From the recording La Emancipación

Lyrics

Un día, Francisco se ausentó.
Y el lobo dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo,
desapareció torno a la montaña
y recomenzaron su aullido y su saña.
Otra vez sintiose el temor, la alarma,
entre los vecinos y entre los pastores;
colmaba el espanto los alrededores,
de nada servían el valor y el arma
pues la bestia fiera no dio treguas a su furor jamás
como si tuviera fuegos de Moloch y de Satanás